Antes de comenzar el partido revancha, Corralense sabía que debía salir a jugar con la “Capa y la Espada”, tal como lo hace un “Torero” en la “arena” ante su gente, para dejar al “Toro” tendido y eso fue lo que pasó en el Oscar Alfredo Ruggeri, 11 “toreros” salieron a dar su vida, porque lo que parecía imposible antes del inicio del partido, Corralense lo logró.
Es que en el partido de vuelta de los octavos de final logró dar vuelta un resultado adverso de 0-4, ganando por 5 a 0, para quedarse merecidamente con el global por 5 a 4, eliminando a Toro Club de Coronel Moldes.
La hazaña que logró el elenco de José Luis Peruzzi tuvo en Estefano Martorana a una de las figuras de la cancha, fue el autor de tres goles y además, siempre resultó desequilibrante, mas en el segundo tiempo.
Los dos equipos terminaron con 9 jugadores, con un arbitraje que no dejó conformes a los protagonistas.
En el comienzo del juego todo fue muy friccionado, con un Toro Cub que solamente se dedicaba a defenderse, mientras que por el lado de Corralense, Facundo Almena (la figura) era quien suministraba la salida y Francisco García, otra gran figura, complicaba a los dirigidos por Jorge Salazar.
Sobre los 11 minutos llegó la primera jugada de peligro para el “verde”: un centro de Iván Zarate que desaprovecha de cabeza el goleador “Fefo” Martorana. Fue el aviso de lo que vendría después.
El partido era todo del “Verde” de Corral de Bustos, dominaba con salida limpia desde el fondo y cambios de frente para los laterales, que llegaban siempre con libertad. El juego brusco comenzaba a verse en ambos bandos y el árbitro Franco Rodríguez se lo permitió a los dos conjuntos.
A los 19 minutos llegaría la apertura del marcador: un saque de banda jugado rápido por Corralense le posibilitó a Figueredo llegar al fondo y tocar para el arribo de Martorana, quien finalizó la jugada con un toque suave a la red. Corralense creía que podía y el 1 a 0 le dio ánimo, aunque ya se habían jugado 20 minutos.
Toro Club nunca mostraría respuesta alguna y parecía creer que la ventaja (por 3 goles hasta el momento) le alcanzaba para superar la fase.
El trámite seguía siendo manejado por Corralense, pero había perdido el ímpetu del arranque y sus ataques se diluían ante la resistencia de los de Coronel Moldes, que no tenían la posesión de la pelota, pero el marcador hasta ese momento les era favorable.
Sobre el final del primer tiempo llegarían las primeras expulsiones, cuando el lateral izquierdo de Toro Club, Tello salió de contragolpe fue derribado por un golpe de Milton Zárate, el que respondió por la misma vía de los puños fue Damián Alaniz y los dos equipos saldrían al complemento con 10 jugadores.
La ausencia de estos dos jugadores favoreció a Corralense, ya que se abrió más espacio en el campo de juego y pudo establecer superioridades numéricas en los costados de la cancha.
Fue creciendo la figura del “Melli” Herrera para ir complicando cada vez más a la defensa visitante.
Los jugadores de Toro seguían sin poder contrarrestar el buen juego de los dirigidos por José Luis Peruzzi, que sobre 4 minutos casi aumenta la cuenta en los pies de Herrera, pero apareció Airaudo para tapar y después del rebote, el delantero la “pico” y se fue apenas arriba.
A los 8 minutos, luedo de la salida de un corner enviado por García, salta y gana Marin de cabeza, pero de milagro, Tomassini salva en la línea de sentencia.
Hasta que a los 14 minutos crecería aún mas la ilusión del “verde”, con el segundo personal de Martorana que ponía las cosas 2 a 0 y un 2 a 4 en el global, un mal rechazo de Maccio lo dejó solo al goleador y éste con un toque de calidad definió por encima de Airaudo.
Dos minutos después, llegaría el tercero, luego de una “guapeada” de Herrera por derecha, saca el centro al segundo palo y por atrás de todos, “Bamban” Gimenez de cabeza la coloca lejos de Airaudo para desatar la alegría mucho mas. 3 a 0 y 3 a 4 en el global.
Corralense había achicado la diferencia y seguía creciendo en el juego, llegando siempre con peligro, ante un Toro Club que jamás le encontró la vuelta. Había un solo equipo en la cancha.
Ahora el sueño de remontar el resultado, que en la previa parecía imposible para los del Verde, los dejaba a un solo gol de forzar la llave a través de los penales.
Pero el dueño de casa no se conformaba, quería liquidar el pleito ante un Toro Club que se diluía en su pobre propuesta de juego.
Ya sobre 21 minutos, tras un centro que cayó en el área moldense, un cabezazo de Figueredo dio en el travesaño del arco visitante, luego contuvo muy bien Airaudo un remate de Martorana.
Recién a los 28 minutos llega por primera vez la visita, el equipo de Jorge Zalazar hilvanó una serie de toques entre Mugnaini y Gordillo que no pudo finalizar con perfección César Lamba.
Un espejismo nada más. Es que sólo tres minutos después llegó el cuarto gol del local. Herrera tocó y fue a buscar, Figueredo devolvió muy bien la pared para que el “Melli” esta vez no perdonara y corone un gran partido, igualando la serie 4 a 4.
Gol y delirio, Corralense había alcanzado parte de lo que quería y todavía le quedaba mucho por jugar en un partido en el que nada estaba definido.
Con la serie igualada, Toro Club perdería otro jugador, se iría expulsado Mugnani por un golpe en el rostro de Herrera con el árbitro de frente a la jugada. Demasiado inocente la actitud del jugador, más aún cuando todavía la serie no estaba perdida. Hasta ese momento Toro Club llevaba el partido a la definición por penales.
Pero Corralense sabía que el “Toro” estaba herido, que solo le faltaba la “estocada” final, no se conformaba con ir a los penales y continuó en terreno rival buscando el quinto gol, por su parte la visita apostaba todo a una pelota parada de larga distancia que no llevó peligro.
Así fue como la máxima alegría llegó casi con tiempo cumplido, a los 45 minutos, desborda Gimenez por el costado derecho, vulnerando una vez más a la defensa y metió el centro por abajo, para que el “Fefo-Gol” Martorana de “taco”, culminara una tarde soñada, tercero personal para sellar un triunfo inolvidable, 5 a 0 y 5 a 4 en el global, dejando al “Toro” rendido a sus pies.
Sobre el final se fue expulsado Marín en el local y quedaron 9 contra 9. El último arrebato de Toro fue un envío aéreo en el que tras una serie de rebotes la pelota encontró las manos de Depetris.
Fue triunfo y hazaña de Corralense. La derrota de Toro Club fue más dolorosa de lo que los jugadores expresaban porque llegaron a este partido ganando por 4 a 0 y se retiraron con las manos vacías.
Por eso, Corralense fue “Torazo” en su rodeo.
Los cruces para los Cuartos de Final (IDA), el domingo 25 de marzo, de los 8 mejores equipos de la provincia de Córdoba quedaron así: