Miles de cordobeses lo despidieron en la Casa Radical y en el Centro Cívico.
«Chau Pocho querido. Grande Pocho. Te extrañaremos». En medio de muestras de afecto y de dolor se realizó el funeral de Estado en el Centro Cívico.
Fue el propio gobernador Juan Schiaretti quien lanzó palabras emotivas para Eduardo César Angeloz: “Acompaño en este dolor a la familia”. “Hay dos cualidades que surgen con nitidez: fue un hombre de la democracia y de la Constitución. La historia de la Patria lo pondrá en un recuadro importante”, señaló.
El gobernador, en medio de aplausos de los concurrentes, destacó el Paicor y señaló que enviará un proyecto de ley para cambiarle el nombre al programa y que se llame: “Paicor gobernador Angeloz”.
El Programa de Asistencia Integral de Córdoba (Paicor) fue implementado en 1984 durante el primer gobierno de Eduardo Angeloz y ya cuenta con 32 años de servicio en las escuelas. El objetivo primordial es favorecer condiciones de nutrición que ayuden al crecimiento y desarrollo de los niños y que contribuyan a su permanencia en el sistema educativo.
“Acompaño en este dolor a la familia de Angeloz”. “Hay dos cualidades que surgen con nitidez: fue un hombre de la democracia y de la Constitución. La historia de la Patria lo pondrá en un recuadro importante”, señaló.
Entre aplausos y gritos de «Viva el Pocho» los restos de Eduardo Angeloz habían sido trasladados desde la Casa Radical hasta el Centro Cívico. La caravana se trasladó a pie, en una emotiva ceremonia para darle el último adiós a quien fuera tres veces gobernador de Córdoba.
Miles de cordobeses despidieron desde la noche de ayer miércoles los restos del exmandatario, fallecido durante esa jornada a los 85 años.
En el Centro Cívico, el gobernador Schiaretti, el vice Martín Llaryora, el intendente Ramón Mestre, y José Manuel de la Sota, entre otros dirigentes, recibieron con honores al dirigente radical.
En el ingreso de la Casa de Gobierno, fueron 12 miembros de la Guardia Especial de Honores “Federales de Bustos del Batallón 141”, quienes trasladaron el ataúd del exgobernador radical.
Tras su marcha, le siguieron las comitivas oficiales y la familia de Angeloz. Los restos fueron depositados en el hall central del «Panal» donde se ubicó la capilla ardiente.
Allegados a Angeloz acompañaron el cortejo en silencio, emocionados por el nutrido grupo de personas que los acompañó. El funeral de Estado comenzó pasadas las 11.30.
A las 15:00 se realizó el responso encabezado por el arzobispo Carlos Ñáñez. Luego habló el dirigente radical Juan Manuel Casella. Después Schiaretti pronunció su discurso.
“El querido Pocho dejó de ser un patrimonio de los radicales y se convirtió en un patrimonio de todos los cordobeses. Querido Pocho, descansa en paz”, señaló el Gobernador Schiaretti.
Angeloz murió afectado por una grave enfermedad que lo aquejaba desde hacía tiempo. El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, decretó cinco días de duelo por la muerte de quien fuera tres veces mandatario de la provincia; así, se izarán las banderas a media asta en todos los edificios públicos cordobeses.
Los restos de Angeloz descansarán en el cementerio Parque del Sol, camino a Villa Carlos Paz.
Angeloz: el último caudillo radical
Fue un político de una vocación muy fuerte: peleaba, discutía, tenía carácter fuerte, pero era un hombre responsable y muy honesto.
Desde el punto de vista político, significó mucho para el país y para Córdoba. Cuando uno tiene que definir a una persona, muchas veces se pregunta por su profesión, y Angeloz era político.
Toda su vida hizo política, con conceptos muy serios, ideologías muy claras, fundamentalmente convencido de la democracia, de que el político debe estar al servicio del pueblo y dejar en última instancia sus aspectos personales. Eso influyó para que haya sido tres veces gobernador de Córdoba, senador nacional y candidato a presidente de la República.
Tuvo una época muy dura para él, de acusaciones, agravios, injurias, todo lo de la mala política que a veces no nos damos cuenta del daño que se puede hacer a una familia. Lo que él soportó, pocos lo hubieran soportado.
Es importante hacer una comparación entre lo que es hoy el político y lo que era Angeloz. Sobre todo en cuanto a las ventajas que dan los cargos parlamentarios, como los fueros.
Angeloz, cuando tuvo esas acusaciones, de inmediato, renunció a sus fueros, aun cuando el Senado estaba dispuesto, por unanimidad, a mantenerlos. No quiso tener ningún privilegio, aceptó el juicio y llegó a la Corte Suprema, donde fue sobreseído.
Nació haciendo política, murió haciendo política. Acumuló poder como pocos, se ganó legitimidad y liderazgo a fuerza de votos y habilidad negociadora, sufrió el desprestigio de manera acelerada y contundente, vio caer su figura desde un encumbrado pedestal hasta clavarse en el fango y se fue esperando una vindicación, que sólo llegó de manera parcial.
Por las vueltas de la vida y los caprichos de la política, el peronismo (al que tantas veces derrotó en las urnas y le impidió el acceso al poder), fue el que comenzó el reconocimiento cuando la figura de Angeloz ya era casi inocua. Sus sucesores José Manuel de la Sota primero, y Juan Schiaretti después, le tributaron el homenaje en vida que más esperaba y recién después el partido al que consagró su vida, el radicalismo, lo nombró presidente honorario.