Schiaretti: «Córdoba no para, ni por la pandemia, ni por las crisis que vengan»

En un mensaje de poco menos de media hora de intenso tono cordobesista, el gobernador salió dispuesto, como el año pasado, a dejar en claro quién manda aquí. Envió señales de su “modelo de gestión cordobés” y de “una idea de provincia innegociable”, al gobierno nacional con el que dijo mantener una “relación institucional correcta”.

De traje oscuro, camisa blanca y corbata celeste con rayas azules, el gobernador del 57 por ciento de los votos reapareció con mejor aspecto que antes de la pandemia.
Flanqueado a la distancia por su esposa Alejandra Vigo, la diputada nacional pareció sostenerlo con su mirada en cada párrafo. Sólo dos invitados especiales compartieron el atrio junto al gobernador y su vice: el Intendente de la ciudad de Córdoba, Martín Llaryora, Ignacio María Vélez Funes de la Justicia Federal y Domingo Sesín, presidente del Tribunal Superior de Justicia provincial.


Schiaretti lamentó los muertos por la pandemia mundial y evaluó que aunque “hay una nueva realidad por la pandemia, repito que la pandemia no puede ser la única realidad”. Ponderó el aumento de la cantidad de camas para la atención de enfermos de covid 19, y prometió “vacunar al 70 por ciento de la población” de la provincia.
Sin mencionar los planes o envíos nacionales previstos y hasta despegándose, dijo con tono de primicia: “nosotros vamos a comprar la vacuna cuando entren a vender los laboratorios, vamos a avanzar para domar esta nueva realidad sin caer en el default”. El mandatario le envió un guiño a sus amigos del macrismo mencionando “la crisis que afecta a nuestro país desde 2018 y que se profundizó con el covid 19”.
El tres veces gobernador, socio político y sucesor de José Manuel de la Sota, fue seguido desde su banca por la legisladora provincial Natalia de la Sota, a metros de Francisco Fortuna.


Schiaretti enumeró la cantidad de obras (en su mayoría viales) realizadas; y deslindó en “la tremenda sequía, la falta de lluvias” de este año a los incendios que devastaron la provincia. No sólo eso: atribuyó el fuego “a la acción criminal de quienes lo encendieron”, sin dar explicación de semejante desastre ecológico, ni de los que ahora mismo se están sucediendo a causa de ese ecocidio ambiental. Al fuego y el suelo en cenizas, se le sumaron ahora las inundaciones y las crecidas pavorosas que ponen en peligro a pobladores serranos y a turistas. Tampoco habló de la protección por parte del Estado de las tierras quemadas, ni de las denuncias de ciudadanos que alertaron sobre el intento de venta de terrenos que fueron incendiados.
Mencionó como un logro la renegociación de la deuda externa cordobesa; insistió con la reapertura “paulatina” de las clases presenciales con la anuencia de los gremios y los especialistas del COE. Y pateó la pelota a la “responsabilidad de cuidarnos que tiene de cada ciudadano”, «a esta altura de la convivencia con la pandemia”.
Para Schiaretti el 2020 parece estar hecho de logros. No admitió yerro ni deficiencia alguna; se jactó de que “a pesar de la crisis Córdoba no para”. “fuimos de las provincias que transitaron la primera ola de la pandemia con mayor cantidad de actividades habilitadas y con menos caída de la producción”.


Con la pared de fondo tapizada en banderas argentinas, Schiaretti iba tomando envión para lo que, resultó evidente, fue el misil definitorio de su discurso: “Córdoba siempre está dispuesta a avanzar sobre las dificultades. Esa no es la decisión de un gobierno. Está en nuestro ADN. En nuestra idiosincrasia. Por eso somos Córdoba. Por esa decisión que tenemos”.
Y siguió: “tenemos además una idea de provincia que es innegociable. Somos una provincia productiva por naturaleza. Preocupada por la educación y respetuosa de los derechos humanos y de género. Y no nos complacemos fácilmente. Córdoba tiene respeto por las instituciones, trabajamos en conjunto con todos los municipios y comunas, sin importar que piense cada uno. Lo mismo con el gobierno nacional, con el que tenemos una relación institucional correcta porque entendemos que siempre hay que trabajar juntos entre los que fuimos elegidos por el pueblo para garantizar la gobernabilidad a cada estamento del Estado”.
Juan Schiaretti, destacó su decisión de «vacunar al 70% de la población» de la provincia contra el coronavirus, al encabezar el acto de apertura del 143° período de la Legislatura cordobesa, y adelantó que la gobernación adquirirá de manera directa vacunas «en cuanto entren a venderles los laboratorios a los Estados provinciales».


«Pese a la pandemia, Córdoba avanza», remarcó en su discurso, en el que transmitió su expectativa porque, planteó, «con la aparición de la vacuna ya se ve la posibilidad de dejar atrás la pandemia».
Sin embargo, también advirtió que «hasta que no esté vacunado al menos el 70% de los cordobeses nosotros, si nos cuidamos, seguiremos siendo la mejor vacuna».
«Vamos a comprar las vacunas que hagan falta para alcanzar esa meta (de vacunar al 70% de la población de Córdoba) en cuanto entren a venderles los laboratorios a los Estados provinciales».
“Acá hay un modelo cordobés de gestión que interpreta este mandato y que fue ratificado a lo largo del tiempo desde hace muchos años cada vez que se puso en juego una elección provincial. Fue ratificado en las urnas por el pueblo de Córdoba. Es nuestro modelo de gestión cordobesa”, finalizó. De ahí fue al “Córdoba no para”.
«Córdoba no para, ni por la pandemia, ni por las crisis que vengan. Córdoba no para y siempre vamos a avanzar hacia el progreso con justicia social», concluyó Schiaretti casi a modo de arenga y remarcó que su modelo de gestión está basado en «el mandato del pueblo cordobés».

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